jueves, 12 de marzo de 2009

Pequeña reflexión sobre mi tarde transcurrida en Alfa; un día bonito y gris

Y empezó a llover.Comenzó la ruina y la dicha; ahí también arrancó el sonido, el ruido.Continuamente caían gotas; el tiempo y las gotas solo eran la lluvia; el ruido,el agua solo eran la ruina pese a la permamencia de la dicha, parcial e intranquila. Asi se durmieron los momentos; la precipitación se eternizó en la estancia del delirio por gota, y el tiempo transucrrió en el gris frío de una tarde árida, feliz, sin expresión reflexiba.

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